-Perdona,¿Donde habéis comprado esa flor?.De su mano iba un niñito de unos 4 o 5 años que miraba el globo con ojitos deseosos de tener él también uno.
-Ah! ,vale,contesto el hombre..Ya se iban a ir cuándo de repente saco mi inflador del bolso y unos cuanto globos de colores y le digo al niño
-¿Que quieres que te haga?Una espada,un perro,una flor..?
-Una espada ,una espada,grito emocionado.Y ahí estuve,haciéndole una espada en medio de la calle.
ayyy..que contento se fue aquel nene,y que satifación de haber hecho feliz a un niño.
¡Que poco cuesta la felicidad!
0 comentarios:
Publicar un comentario