¡Tres años!, tres años ( y los que me quedan) de asistir a una experiencia totalmente recomendada para tod@s, una experiencia que no puedes irte de este mundo sin haberla sentido, porque si no lo haces, te iras sin vivir en la plenitud.
Este no es un taller cualquiera, no es un fin de semana cualquiera, es, es.... ¡Tan difícil de expresar con palabras!.
En dos días, los sentimientos se ponen a flor de piel y ríes, lloras, bailas, cantas, agradeces, juegas, besas, abrazas, conoces a maravillosas personas que lo dan todo, pero sobre todo AMAS CON EL CORAZÓN Y SIENTES CON EL ALMA y vuelves a LLORAR de emoción por estar VIVO, por SENTIRTE VIVO.
Si algún día alguien te dice... ¿Vienes a un taller de emociones? No lo dudes, y vete a experimentar, es el mejor regalo que te puedes hacer en esta vida donde nacemos para plantar semillas de amor.
GRACIAS COMPAÑER@S POR DARME TANTO
Y A TI, IÑAKI, POR ENSEÑARNOS A SENTIR CON EL ALMA.
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